Cuando el monje benedictino Dom Perignon estaba fabricando vino y no podía deshacerse de las burbujas, probó su creación accidental y exclamó: "¡Vengan rápido! ¡Estoy tomando las estrellas!" De esta forma, de acuerdo a la leyenda, se inventó el champagne en un día como hoy en el año 1693.